En Síntesis…
“Actitud Sospechosa”
violenta los DDHH
Vinicio Portela Hernández
Seguramente
usted a leído o escuchado en algún medio de comunicación los boletines que
expiden dependencias como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana o
la propia Procuraduría General de Justicia en el Estado de Chipas. En un gran porcentaje
de estos informes, estas Instituciones policiales aseguran que a muchas de las
personas indiciadas fueron detenidas porque actuaban con una “actitud
sospechosa”.
Esta
apreciación de los uniformados y elementos de seguridad es una de las armas más
utilizadas para la aprehensión de los presuntos delincuentes, los cuales son
exhibidos en periódicos, revistas, en la radio y la televisión.
Esta
actitud de la autoridad es aceptada y vista con normalidad entre la población
que está ávida de notas rojas y policiacas que calman los deseos morbosos de
algunos lectores. Y me disculpo por el calificativo, pero es cierto.
Desde
las Reformas Constitucionales del año 2011, donde nuestra Carta Magna reconoce
a plenitud los Derechos Humanos y pondera la presunción de inocencia y el
debido proceso, las autoridades de procuración e impartición de justicia y las
de seguridad pública no ha comprendido a cabalidad el alcance de estos nuevos
ordenamientos.
Los
efectivos policiales siguen deteniendo personas a su libre albedrio, solo porque
“parecen” delincuentes, sudan mucho, se ponen nerviosos o caminan más rápido de
lo común, y además porque es más fácil que investigar.
Claro
que muchos podrían achacar estas acciones porque los policías son, en su
mayoría, personas sin preparación, y así consta cuando la convocatoria de la
Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana para contratar a nuevos elementos
solo les pide estudios de preparatoria o equivalente. Así que la ignorancia la
que trata de excusar a los uniformados, pero para la Ley esto no es así.
Pero
qué pasa cuando los presuntos criminales son detenidos y puestos a disposición
del Agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia en el
Estado y en el informe señala que lo capturaron por tener una “actitud
sospechosa”, pues los Representantes Sociales los reciben, al detenido lo dejan
de 48 a 72 horas de una celda y la gran mayoría de veces lo dejan en libertad
por falta de pruebas en su contra. De llegarlos a consignar ante el Juez otra
gran parte le dictan auto de formal liberación ya que el expediente del MP va
con inconsistencias. Del resto los juzgadores inician el juicio y pasan años para
luego declararlos inocentes. Todo esto gracias a que la “prueba madre” es la “actitud
sospechosa”.
En
todo este ciclo vicioso de la impartición de justicia las autoridades violentan
flagrantemente los Derechos Humanos. En el Artículo 1º de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, párrafo 3º dice a la letra: “Todas las
autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de
promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad
con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar
y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que
establezca la ley.” En el párrafo 5º dice: “Queda prohibida toda discriminación
motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades,
la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas.”
Entendiendo
la norma esta encuadra perfectamente en que la “actitud sospechosa” es
violatoria a los DDHH y a nuestra Carta Magna, pero sigue siendo una práctica
concurrente entre las corporaciones policiacas, aún cuando el texto Constitucional
marca en su artículo 16 que: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.” Y aún
así siguen deteniendo a personas por una “actitud sospechosa”.
Claro
que también tendríamos que analizar que para que se cumpla la comisión de un
delito hay ciertos requisitos que la autoridad deberá tomar en cuenta, pero quiero
concentrar el análisis en algo que hacen a un lado la Secretaría de Seguridad y
Protección Ciudadana y la Procuraduría General de Justicia en el Estado que es
el principio legar de “presunción de inocencia”.
¿Pero
esto qué es?, simple, que todas las personas somos inocentes al menos que después
de un proceso jurisdiccional nos declaren culpable de un delito. O como dicen
en las series policiacas “gringas”, eres inocente hasta que se demuestre lo
contrario”.
Pero
en el estado no es así, las oficinas de Comunicación Social de la PGJE y la
SSPC lanzan boletines de prensa declarando culpable a cuanto detenido hay, adjetivos
como asesino, violador, ladrón, narcomenudista, entre otros, son las cabezas
principales de las notas institucionales, los cuales también son evidentes violaciones
a los derechos humanos de los inculpados.
Mientras
tanto, el Procurador Raciel López Salazar y el Comisario Jorge Luis Llaven Abarca
siguen presumiendo supuestos talleres de DDHH, cuando la realidad evidencia la
negligencia de estos funcionarios donde sus empleados continúan discriminando a
las personas aseguradas y los policías reciben recompensas por las personas
detenidas, que por cierto de esto último muy pronto les daré detalles del “Operativo
Exitoso” que está en acción en estos momentos en la PGJE para detener a
discreción a cuantos personas puedan.
Regresando
al tema. El todavía Consejo Estatal de Derechos Humanos deberá estar muy atento
a este tipo de comportamiento criminales por parte de las corporaciones que
dirigen Jorge Luis Llaven Abarca y Raciel López Salazar, ya que reiteradamente
siguen violentando los DDHH acusando a los ciudadanos de una supuesta “actitud
sospechosa” para incriminarlos. Este método policial debe extinguirse, no solo
porque es un acto de discriminación y exceso de autoridad, sino porque es
contrario a la nuestra Constitución Política y si nos creemos un estado
democrático lo que debe imperar es el estado de derecho y no la apreciación de
un policía.
Resultados
Para el gobernador Manuel Velasco Coello, los primeros nueve meses de gobierno de Enrique Peña Nieto, han sido de resultados favorables para los mexicanos, especialmente para Chiapas, en virtud de los recursos financieros y el interés presidencial para que la entidad salga adelante.
Para el gobernador Manuel Velasco Coello, los primeros nueve meses de gobierno de Enrique Peña Nieto, han sido de resultados favorables para los mexicanos, especialmente para Chiapas, en virtud de los recursos financieros y el interés presidencial para que la entidad salga adelante.
“En
Chiapas también queremos mover a México; el programa más emblemático de la
administración federal, la Cruzada Nacional contra el Hambre, además de
representar la razón de ser del quehacer gubernamental, es una gran esperanza
para nosotros, es una gran oportunidad para revertir la pobreza y el hambre”,
dijo el mandatario local al referirse a uno de los programas de mayor
trascendencia que ha puesto en marcha Peña Nieto y que viene a dar certeza a
miles de ciudadanos en condiciones de pobreza.
La
postura de Velasco ante el Primer Informe de Gobierno, se ajusta a la opinión
de la mayoría de los mexicanos que ven avances sustanciales en la actual
administración.
Terminé
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