En
Síntesis…
Empleados
apócrifos en el ISSSTE
Vinicio Portela Hernández
El delito de “Uso de Documento Falso” se
encuentra previsto y sancionado en el Código Penal Federal, en su artículo
246 fracciones V y VII, el cual describe que es: “Hacer uso de un documento
falso o de copia, transcripción o testimonio del mismo, sea público o privado.”
Además de: “Hacer uso de una certificación verdadera expedida para otro, como
si lo hubiere sido en su favor”.
Este delito es sancionado con una pena corporal
de 4 a 8 años de prisión y multa de 180 a 360 días de salario mínimo vigente
cuando los documentos son expedidos por instituciones públicas.
Pero para que se configure esta violación
federal, primeramente se tiene que realizar la “Falsificación de Documentos”,
el cual se encuentra estipulado en el Artículo 244 del Código Penal Federal.
Y si a esto le agregamos que dichos documentos
sirvieron para como currículum para que un servidor público ocupara un cargo,
pues se le agregaría otro delito el de “Falsedad de Informes de Datos a una
Autoridad Pública” que en el Artículo 247, del citado código federal, señala:
“Se impondrán de cuatro a ocho años de prisión y de cien a trescientos días
multa: I.- Al que interrogado por alguna autoridad pública distinta de la
judicial en ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas, faltare a la
verdad”.
En estos dos últimos articulados la pena es de 4
a 8 años de cárcel, es así que aplicando la aritmética se puede deducir que un
servidor público que altere su currículum con documentos falsos podría hacerse
acreedor hasta 24 años de prisión
Por lo anterior es increíble que instituciones
sigan solapando a delincuentes que se esconden en documentación apócrifa.
En la Delegación Chiapas del Instituto de
Seguridad y Servicios de los Trabajadores del Estado está vuelto un “cochinero”
donde el fraude y los robos son comunes y corrientes desde que tomó la
titularidad Félix Mendoza Acuña.
El ISSSTE ya no es un organismo que se preocupe
por los derechohabientes, lo único que le inquieta al Delegado es dónde cobrar
más diezmos a sus proveedores, acosar sexualmente a las trabajadoras y más
recientemente proteger a sus “compinches” que se disfrazan de profesionistas.
En esta “Síntesis” dimos cuenta de diversos de
estos “profesionistas” apócrifos que existen en la Delegación del ISSSTE y que
estaban siendo investigados por las autoridades por no cumplir con los
requisitos que les exigen para ocupar un cargo público.
Los protegidos de Félix Mendoza Acuña son muchos
y todos les generan dividendos y poder al interior de esa institución de
seguridad social.
Por ejemplo, el Director del Hospital General
“Dr. Belisario Domínguez”, Víctor Manuel Hernández Guerra, se anuncia en la
Sección Amarilla como Médico especialista en Geriatría y Gerontología y dice ser
del ISCM de La Habana, Cuba y con cédula profesional 79920.
Hernández Guerra, de origen cubano, miente al
afirmar que tiene cédula profesional, ya que ese número pertenece legalmente a
Francisco Rubén Mera Nava, Médico Cirujano egresado de la Universidad Autónoma
de México y que le fue expedida en 1960. Esto verificado en el Registro
Nacional de Profesionistas.
Que confianza pueden tener los derechohabientes
del ISSSTE cuando el Director de un Hospital no es apto para ocupar ese lugar y
más grave aún, que ejerza como médico sin que lo sea, todo esto bajo la
protección de su “patrón” Félix Mendoza Acuña.
Otro de los “achichincles” del Delegado es su
flamante Subdelegado Administrativo, Marco Antonio González Aquino, quien es el
encargado de “exprimir” hasta el más mínimo diezmo a los proveedores del ISSSTE
a fin de mantener contento a su jefecito.
González Aquino se dice ser Ingeniero en
Electrónica y presentó su cédula profesional para ser contratado, sin embargo
no coincide y esta pertenece verdaderamente a José de Jesús Torres Avelar
egresado de la Universidad de Guadalajara en la Licenciatura en Contaduría
Pública y le fue expedida en 1998.
Esto sin olvidar, al que ya se convirtió en su
brazo represor, a Rodolfo Ruiz Mora, Jefe de la Dirección de Atención al
Derechohabiente y Comunicación Social de la Delegación del ISSSTE, también
tiene una larga cola que le pisen.
Ruiz Mora se acredita profesionalmente como
Licenciado y Profesor, pero de los documentos que lo verifiquen no hay nada, se
hicieron humo pero aún así le dieron el empleo.
En el Registro Nacional de Profesionistas el
encargado de la Comunicación Social del ISSSTE en Chiapas no aparece, es nulo.
A estos tres servidores públicos la justicia no
los alcanza ya que tienen el respaldo del “Capo Mayor” Félix Mendoza Acuña, que
no denuncia estas anomalías y mueve las piezas de la Delegación Federal como si
se tratara de una banda delincuencial.
La protección desmedida del Delegado también lo
pone como coparticipe de los delitos federales: Uso de Documento Falso,
Falsificación de Documentos y Falsedad de Informes de Datos a una Autoridad
Pública, y siendo estricto hasta podía encuadrarse el delito de “Usurpación de
Profesión”.
Hoy la Procuraduría General de la República está
atada de manos para investigar a fondo a estos delincuentes que se disfrazan de
profesionistas y defraudan a la federación por cobrar un salario, sin
merecérselo por la sencilla razón que no hay una querella de por medio.
Las autoridades, sea la PGR o las mismas del
ISSSTE, deben poner un alto a lo que ya se convirtió en la mayor burla a los
derechohabientes al permitir que Félix Mendoza Acuña y su esbirros se hagan
ricos a costa de las aportaciones y enfermedades de los trabajadores.
Postdata
A quien corresponda:
1.- Quiero aclarar que nunca me han corrido de
una institución federal.
2.- ¿Quién es el que trae en la mira a
quien?
Terminé
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Twitter: @VinicioPortela
Blog: vinicioportela.blogspot.mx
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