La amenaza del Heyneken
Yaquesita
Vinicio Portela Hernández
Creo que nunca en la historia del periodismo ha existido un
comunicador que sea infalible, que no haya cometido un error.
Y no es por justificarme, pero creo que los periodistas
actuamos de buena fe, creemos en nuestras fuentes y más cuando te confirman una
información tres veces.
Hace unos días escribí en redes sociales el caso de las
Yaquesitas, un antro de mala-muerte que muchos conocidos se quejaron del
servicio, ya que pasaban cuentas infladas, se robaban descaradamente el licor
de las mesas y la atención era pésima, además muchos de estos comensales me
aseguraron que les ofrecieron droga, como marihuana y cocaína, dentro de las
instalaciones de ese tugurio.
Al observar que estas quejas eran frecuentes pues decidí
hacer un texto con todos esos datos, y luego de que mis fuentes me confirmaran
otros, lo publiqué solamente en redes sociales como una forma de advertencia.
Asimismo me confiaron que los dueños pretendían a toda costa
presionar al Ayuntamiento para que reabrieran dicho tugurio.
Al parecer, por aquello de que no hay verdades absolutas, me
dieron un dato errado: el del origen del dueño.
Ahora, y luego de varios días, se aparece un tal “Heyneken
Yaquesita” que de buenas a primeras amenaza con demandarme, penalmente
supongo, sino desmiento mi dicho.
Al parecer el “señor Yaquesita” no sabe que existen
instrumentos para precisar sus observaciones en un trabajo periodístico como
puede ser una carta aclaratoria, la cual estoy obligado por la ley a publicar y
donde podría expresar su descontento.
Pero es más fácil para el antrero amenazarme con un litigio,
como sí esa circunstancia me causara temor, ya otros lo han intentado y se han
ido con la cola entre las patas.
Por ello, y porque al parecer el “Señor Yaquesita” trata de cuartarme
mi libertad de expresión: exijo a la Procuraduría General de Justicia en el
Estado inicie por oficio las indagatorias correspondientes a fin de que se me
garanticen mis libertades y se me proteja físicamente.
Los periodistas tenemos errores, pero no es una intimidación
con la que se pueda dirimir un mal entendido, ahora será ante el Ministerio
Público que el “Señor Yaquesita” tenga que rendir cuenta por su amenaza “judicial”.
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