martes, 4 de diciembre de 2012

Transportistas perdona vidas


En Síntesis…
Transportistas perdona vidas
Vinicio Portela Hernández
Es muy curioso lo que pasa al interior de las organizaciones, ya sean campesinas, proletariados, indígenas, obraras, de mujeres u otra que intercale la función social con la política al mismo tiempo, en una gran parte se comportan como pandillas que pretende imponerse a toda costa su voluntad.
En este caso, los transportistas de Chiapas se han consolidado como un grupo de la política de “a huevo”, si no obtienen lo que piden, de inmediato amenazan con el paro, las manifestaciones, el cierre de carreteras, de calles y hasta llegan a la amenaza.
Esto último lo está sintiendo en carne propia el Congreso del Estado, que en su pasada sesión los transportistas intentaron a toda costa que se plateara la autorización de concesiones de transporte público llenando el recinto parlamentario de asociados como una forma de presión.
Y como no les salió la jugada perversa, al final de los trabajados legislativos empezaron a volar los “ajos y cebollas” contra los Diputados, que se pararon de su curul más rápido que “Speedy González” para no escuchar los recordatorios de progenitora que les mandaban los trabajadores del volante.
En una de las butacas, se encontraba Bersaín Miranda Borraz, eterno líder transportista en el estado, que con una cara de pocos amigos mandaba mensajes a través de su teléfono móvil.
Por otra parte, sus seguidores amenazaban a los diputados y los calificaban de corruptos por no autorizar las nuevas concesiones.
Se escuchaban entre los gritos: “no son diputados, son comercializadores, se venden al mejor postor”.
Al que le tocó más carrilla fue al Diputado Roberto Aquiles Aguilar Hernández, Presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transporte, quien en asuntos generales fue el que subió a tribuna el tema de las concesiones.
El diputado priísta, había señalado que la comisión a su cargo estudiaría y dictaminaría las dos iniciativas sobre las concesiones del transporte público en el estado.
Y con una elocuencia, poco vista entre los Legisladores, el Diputado pudo sortear, hasta en ese momento, a los trabajadores del volante.
Aquiles Aguilar les pidió a los transportistas tiempo para llevar una revisión minuciosa a los expedientes con forme lo marca la Ley y a demás de evaluar los dictámenes para que existiera cabal transparencia, claridad y justicia en el otorgamiento de dichas concesiones. Fue tan tecnócrata que hasta recibió aplausos de los presentes por su discurso.
Sin embargo, cuando el Diputado Presidente de la Mesa directiva del Congreso, Noé Castañón, dio por concluida la sesión, los transportistas se dieron cuenta que no había entrado su petición y de ahí en adelante empezó la escandalera.
Y es que en su inocencia, por no decir ignorancia, los “pulpitos” pensaron que podía intervenir en una sesión ordinaria del Congreso y pedían la palabra.
Lo anterior generó que los recordatorios de familiares y los insultos se dejaran caer de racimos contra los Diputados, que no les quedó de otra que salir por el pasillo privado para que los enfurecidos transportistas no los agarraran por el camino a sus oficinas.
Los reclamos y gritos no cesaban, los transportistas querían respuestas rápidas pero no las obtuvieron.
Y estoy de acuerdo con los transportistas, debe ser rápido el tema del transporte público, tan rápido como para investigar a los miles de “pulpos” que tienen 20, 30 o hasta 40 concesiones de taxis y colectivos.
Se debe hacer una profunda indagatoria de la venta ilegal de las concesiones y del trabajo inhumano a los que son sometidos los choferes para entregar altísimas cuotas por turnos trabajados.
Se debe hacer rápido la revisión de los transportistas que operan bajo la impunidad de ser líderes y pactan en lo obscurito con los partidos políticos a fin de garantizarse “un pezón” en la “teta” presupuestal.
Sí los transportistas quieren rapidez en sus concesiones, también tendrán que ser transparentes en su actuar y aún más, en la forma que brindan el servicio a la ciudadanía, ya que en este momento los taxis y los colectivos son chatarras rodantes, que incumplen con el mínimo de seguridad y que tratan a los usuarios como si fueran ganado hacinados a cacharros.
Y que decir de los choferes que se creen dueños de las calles y que ponen día a día en peligro la integridad física de las personas. Pero de eso no se les puede hablar a los “pulpos” del transporte que con la amenaza de cerrar calles y carreteras se justifican para hacer lo que se les pega la gana.
Este es el momento exacto para que la autoridad tome cartas en el asunto y ponga un alto a los “gángsters” que se disfrazan de transportistas y les otorguen verdaderamente las concesiones a quienes más lo necesitas.
Los Legisladores no deben tener temor de las amenazas de los “pulpos”, deben tener mano firme para que se cumpla la ley y no los caprichos de los transportista. No sólo en las concesiones, también en las tarifas del transporte público.

Terminé
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Twitter: @VinicioPortela

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