En
Síntesis…
Los
“Albores” del PRI-Chis
Vinicio Portela Hernández
Una ambición desmedida y la falta de cumplimiento a sus
promesas, son parte de las características de un político joven en edad pero
con mañas de "dinosaurio".
Me refiero al Senador Roberto Armando Albores Gleason, quien
ya es conocido como el "Croquetitas" y que dirige muy
ineficientemente al Partido Revolucionario Institucional en el estado de
Chiapas.
El tricolor chiapaneco se ha convertido en un feudo
familiar, donde los "Albores" mandan y ordenan, quitan y ponen, todo
a su conveniencia, dejando a un lado a la militancia y las bases políticas solo
sirven para el relleno de mítines y votar en las elecciones.
Hoy "RAG-dog" ya es Senador, pero cuando andaba en
búsqueda de la dirigencia estatal del PRI, juraba y perjuraba que no estaba en
búsqueda de ningún puesto político, ya que todo su esfuerzo lo dirigiría a la
administración del tricolor. El tiempo dijo lo contrario, ya que como
"can" olfateaba el hueso presupuestal, donde aspiraba a ser el
Gobernador del estado, pero ese esfuerzo solo sirvió para que se diera cuenta
que sin el apoyo de su padre, este lidercillo, no es nada. Y Manuel Velasco
Coello le comió el mando, no por gandalla, sin por méritos que implica recorrer
todo el estado y conocer sus necesidades.
Así que el "Croquetitas" se tuvo que tragar su
orgullo y a regaña dientes apoyó al Güero, aunque por detrás estuviera
"aullando" del rencor.
Pero el Junior no se quedó con migajas, supo aprovechar y
quedó en la formula ganadora para llegar al Senado, claro está que no hizo
mucho, se subió al ferrocarril de la Campaña del "Meco Maveco" y sin
esfuerzo llagó a obtener una curul, misma que fue despreciada con anterioridad,
ya que Él era el suplente de Velasco Coello y se hizo "pijiji" para
no ocupar su responsabilidad política.
Ahora el "flamante" Senador de la República, está
moviendo sus “hilos” a larga distancia de la dirigencia estatal y como si fuera
un "Virrey", les informa a sus lacayos que le organicen boletines de
prensa, donde hasta las declaraciones son inventadas, todo con el afán de
agradar y hacer la "barba".
Pero lo anterior, es lo que menos les interesa a los
verdaderos priístas, lo que sí les preocupa es la falta de administración y de
trabajo partidario por parte de Albores Gleason, que al igual que dejó tirada
la Diputación Federal y la suplencia de la Senaduría, pareciera ser que también
quedará en el abandono la Presidencia del tricolor chiapaneco.
De lo que si está muy pendiente "RAG-dog", es de
su paga, para nadie en las oficinas del PRI le es extraño que al Presidente del
partido de den su buen salario, que aseguran rebasa los 40 mil pesos mensuales.
Poco o mucho, son “quinquirrines” que no les hace el “fuchi”.
Pero eso es un misterio, ya que en los reportes de transparencia
del PRI no aparece tales honorarios, y en consecuencia, tampoco se los reporta
a los organismos de fiscalización, como el Instituto Federal Electoral, y en el
caso de Chiapas, al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana o a la
Comisión de Fiscalización Electoral.
Claro que el ocultamiento de un salario es fácil, más si
eres parte del mismo complot. Roberto Albores Gleason, en el papel, tiene un
puesto honorífico, pero en la práctica, tiene un trabajo con un sueldo
establecido. Y el que lo sabe muy bien es otro "Albores", el
Secretario de Administración y Finanzas del PRI, Julio Cesar Albores Rovelo,
padre del Secretario General del partido, José "Pepé" Albores
Trujillo. La gran familia feudal priísta.
Y la gran pregunta sería: ¿Por qué ocultar el salario del
Presidente Estatal del PRI?. Sencillo, porque contraviene el Reglamento del
Senado de la República en su artículo 18.
Según la disposición, los Senadores no pueden ocupar otro
cargo o comisión, por lo dispuesto en el Artículo 62 Constitucional. De
comprobárselo, el Legislador que tenga "otra su entradita" sería
destituido de su investidura de inmediato.
Es por ello, que Albores Rovelo no reporta el salario de
Albores Gleason a las instituciones electorales y de fiscalización, pero sí
otorga el "apoyo económico" a su jefe. Lo que es a todas luces es un
fraude.
El que si está "jodido", es el Secretario General
del PRI Chiapas, José Albores Trujillo, tiene un salario neto de 20 mil pesos
mensuales, el cual está bien establecido en el tabulador priísta y siendo
próximamente Diputado local tendrá que dejar ese "hueso" del partido
si quiere aspirar a cobrar su dieta en el Congreso estatal. Tiene que decir
adiós al PRI antes que tome protesta.
Esto según lo que ordena el Artículo 25 de la Constitución
Política de Chiapas Siglo XXI, donde indica que no podrá como legislador cobrar
en otro puesto mientras que sea Diputado, o al menos que su "papi"
también le oculte sus honorarios en el tricolor para seguir dobleteando
salario. Digo, todo puede suceder en esta aldea.
Lo importante sería, que se le aplique el estado de derecho
a estos “mamadores” de presupuesto, que de manera impune quieren seguir
metiéndose el dinero público a sus cuentas bancarias con toda impunidad. La
última palabra la tienen los Congresos y las instituciones fiscalizadoras de
poner un alto a esta práctica que tiene tufo a fraude.
Terminé
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Blog: vinicioportela.blogspot.mx
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